El misterio de Don Rosendo, ( CEMENTERIO DE SAN JOSÉ DE CÁDIZ)
El misterio de Don Rosendo, ( CEMENTERIO DE SAN JOSÉ DE CÁDIZ)

El antiguo cementerio de San José de Cádiz hoy desaparecido, uno de los que albergaba un misterio sin explicación posible, pero que tras años, fue una realidad por muchas personas, y para otros una leyenda.
Si empezamos a relatar esta historia, hay que decir que Don Rosendo, existió desde el 19 de Julio del año 1876, nunca le faltó flores frescas siempre fue muy visitado, su figura siempre ocasionó un aura de misterio.
Su nombre fue Don Rosendo de Vicente y Vicente, un gaditano anónimo, se dice que fue el enterrador del propio cementerio, que se llamaba Joaquín Garaboa, apodado el Quina, y que era aficionado al carnaval, el que refirió, que entre los pasillos de campo santo, una tarde cuando se encontraba en su labores un día de otoño, se le apareció nuestro personaje, y que este hizo un milagro.
Hay que indicar que existen otras versiones, que dicen que se trataba de un médico filántropo llamado, Don Rosendo Vicente y Vicente que se daba a los pobres y no les cobraba, y murió humildemente.
Otra referencia se tiene de un montañés llamado del mismo nombre, que llegó del norte y era propietario de un ultramarinos, y que daba a los pobres alimentos de forma gratuita.
Pero existió un Don Rosendo Vicente y Vicente que fue originario de Pontevedra de la Guardia, por el año 1880, hijo de Ingnacio, que contaba con varios hermanos, que llegó a la ciudad de Cádiz con la edad de 13 años, y murió en la calle Horno de Candelaria numero 28, y fue enterrado en un nicho de su propiedad motivo por el cual parece que era adinerado.
El personaje existió, y que tras su muerte, fueron muchos los visitantes, que entre los pasillos de este cementerio de San José lo han visto, y no solo personas solas si no incluso grupos, y que los refieren como una presencia con una vestimenta del siglo pasado, y lo mas curioso puede ser, en este caso, que no sienten ningún tipo de temor o miedo cuando lo ven.
También hay que decir, que cuando algunos visitantes de este cementerio, son informados de la existencia de las apariciones fantasmales de Don Rosendo, les recorre un escalofríos por el cuerpo, ya que ellos lo vieron, sin saber su procedencia del mas allá.
Como se dijo al principio este cementerio fue demolido, pero la causuistica de este caso, no paró, y siguieron.
Los restos de Don Rosendo, se transladaron a la localidad de Cliclana, en la capilla del camposanto, donde se encontraría al lado de los gaditanos ilustres, se sabe que este cambio se hizo sin levantar mucha publicidad ya que se trataba de un personaje ya venerado por mucha gente, y para evitar cualquier tipo de incidente.
El nicho fue descubierto tras los 134 años y no quedaba mas que algún resto oseo, y sus restos son guardados en presencia de concejales algún periodista y trabajadores del propio cementerio.
Puede que el alma de Don Rosendo, haya encontrado su descanso, si esta claro que se trataba de un personaje que fue venerado por sus buenos actos, en esta vida terrenal, en una época de hambre y miseria para algunos, y que puede que por su estatus social, pudo ayudar a la gente que lo necesitaba, pero las apariciones existen, y hay testigos, y eso no se puede obviar.
El antiguo cementerio de San José de Cádiz hoy desaparecido, uno de los que albergaba un misterio sin explicación posible, pero que tras años, fue una realidad por muchas personas, y para otros una leyenda.
Si empezamos a relatar esta historia, hay que decir que Don Rosendo, existió desde el 19 de Julio del año 1876, nunca le faltó flores frescas siempre fue muy visitado, su figura siempre ocasionó un aura de misterio.
Su nombre fue Don Rosendo de Vicente y Vicente, un gaditano anónimo, se dice que fue el enterrador del propio cementerio, que se llamaba Joaquín Garaboa, apodado el Quina, y que era aficionado al carnaval, el que refirió, que entre los pasillos de campo santo, una tarde cuando se encontraba en su labores un día de otoño, se le apareció nuestro personaje, y que este hizo un milagro.
Hay que indicar que existen otras versiones, que dicen que se trataba de un médico filántropo llamado, Don Rosendo Vicente y Vicente que se daba a los pobres y no les cobraba, y murió humildemente.
Otra referencia se tiene de un montañés llamado del mismo nombre, que llegó del norte y era propietario de un ultramarinos, y que daba a los pobres alimentos de forma gratuita.
Pero existió un Don Rosendo Vicente y Vicente que fue originario de Pontevedra de la Guardia, por el año 1880, hijo de Ingnacio, que contaba con varios hermanos, que llegó a la ciudad de Cádiz con la edad de 13 años, y murió en la calle Horno de Candelaria numero 28, y fue enterrado en un nicho de su propiedad motivo por el cual parece que era adinerado.
El personaje existió, y que tras su muerte, fueron muchos los visitantes, que entre los pasillos de este cementerio de San José lo han visto, y no solo personas solas si no incluso grupos, y que los refieren como una presencia con una vestimenta del siglo pasado, y lo mas curioso puede ser, en este caso, que no sienten ningún tipo de temor o miedo cuando lo ven.
También hay que decir, que cuando algunos visitantes de este cementerio, son informados de la existencia de las apariciones fantasmales de Don Rosendo, les recorre un escalofríos por el cuerpo, ya que ellos lo vieron, sin saber su procedencia del mas allá.
Como se dijo al principio este cementerio fue demolido, pero la causuistica de este caso, no paró, y siguieron.
Los restos de Don Rosendo, se transladaron a la localidad de Cliclana, en la capilla del camposanto, donde se encontraría al lado de los gaditanos ilustres, se sabe que este cambio se hizo sin levantar mucha publicidad ya que se trataba de un personaje ya venerado por mucha gente, y para evitar cualquier tipo de incidente.
El nicho fue descubierto tras los 134 años y no quedaba mas que algún resto oseo, y sus restos son guardados en presencia de concejales algún periodista y trabajadores del propio cementerio.
Puede que el alma de Don Rosendo, haya encontrado su descanso, si esta claro que se trataba de un personaje que fue venerado por sus buenos actos, en esta vida terrenal, en una época de hambre y miseria para algunos, y que puede que por su estatus social, pudo ayudar a la gente que lo necesitaba, pero las apariciones existen, y hay testigos, y eso no se puede obviar.
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