En la oscuridad de la noche "EL HOMBRE- LOBO" )

El hombre lobo, el misterio en la noche.

     Ya por los siglos XV y XVI, se daba por hecho que existía el hombre lobo, sobre todo en toda Europa, que tenían una cierta similitud con brujas, y hechiceros.

     El tratamiento por parte de las autoridades, en caso de ser señalado de hombre-lobo era la muerte, del modo mas brutal, muy semejante a la llevada a cabo a las brujas, sobre todo en países como Alemania y Francia.

     En Francia, se registraron en 100 años,  entre  los años comprendidos  de  1519 y 1632, 30.000 casos de hombres-lobos, registrados en archivos históricos públicos.

     En Dole, una villa cerca de Dijon en Francia, un vecino Pilles Garnier, fue acusado de hombre-lobo, por arrasar la campiña  y comerse a niños pequeños, cuando confesó los hechos, lo quemaron en la hoguera,

     En el año 1598, en una lugar apartado de Caude, hallaron el cuerpo de un joven de 15 años mutilado, parecía  que  un  lobo  había  devorando el cadáver, y al llegar los campesinos huyó, los hombre los siguieron y  encontraron a un hombre desnudo entre unos matorrales que estaba lleno de sangre, tenía el pelo largo y barba descuidada, al fijarse en sus manos vieron  largas uñas semejante a un animal, que más bien eran garras, que tenía restos humanos.

     Este hombre se llamaba Jacques Rollet, era una persona con debilidad mental, que tenia alucinaciones y creyó ser un hombre-lobo, fruto de ello, causó la muerte de varias personas y luego las desgarraba.

     La sentencia fue a muerte por el tribunal, pero el alto tribunal de Paris, la anuló para encerrarlo en un centro de por vida.

     Si hablamos de otro caso que ocurrió en el siglo XVIII, un joven de 13 años, que se llamaba Jean Grenier,  con  retraso mental, y que en apariencias tenía un físico muy similar a los cánidos, su mandíbulas eran muy parecidas a las de un lobo, y los colmillos sobresalían del labio superior.

     Este joven creía ser un hombre-lobo, llegando a amenazar a niñas que les decía que al llegar la noche se transformaría en lobo y las devoraría.

    Días después durante la noche, cuando una niña cuidaba de las ovejas, le atacó algo que ella creyó ser un lobo, pero que en realidad era Jean Grenier, y ella le golpeó con su cayado y  huyó y corrió del lugar.

     Fue detenido, y cuando relato los hechos en el tribunal de Burdeos, confesó que años atrás se encontró con el diablo en el bosque, y que hizo un pacto con el,  por  lo  que recibió una piel de lobo.

Jean afirmó que desde aquel día, tras la puesta del sol se transformaba en lobo, y volviendo a  ser humano durante el día.

     Confesó que mató a varios niños que estaban solos en el campo, y se los comió e incluso se llevó a bebes de las cunas de sus casas.

     Tras la investigación posterior de la policía para corroborar lo que había declarado, se pudo probar que era cierto lo que había dicho con respecto al canibalismo, que fue lo que se pudo probar, esta claro que se creía un lobo, y actuaba como tal, fruto de  sus  trastornos  mentales.

     Ya en tiempo más cercanos, este fenómeno como es el de los hombres-lobo, sigue incrementando la casuística. Un caso curioso, que es algo que se contaba entre las gentes del lugar, que tres hombres-lobos, que fueron vistos en la zona de bosques de Ardenas, (Bélgica) , un poco antes de la primera guerra mundial,  concretamente  en Francia en la localidad de bourg-la-Reine,  aterrorizó esta localidad.

     Un caso similar, y en el año 1925 los vecinos de un pueblo de Estrasburgo, afirmaron que un joven de la localidad era un hombre-lobo, ciertamente la mayoría   o  todos   han sido consecuencia de enfermedades mentales, o incluso poseer la enfermedad de la rabia, transmitida por los animales, de cualquier forma los casos están ahí, que en la historia han sido muy numerosos, aunque en tiempo pasados obedecía mas bien, a una caza por diversas razones, de religión, o incluso rencillas entre vecinos, ya que tan solo  bastaba  una simple denuncia de un vecino  para ser considerado un  hombre-lobo y luego ser quemado en la hoguera.
 


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